Dos poemas en uno, como un collage:
Es una cosa extraña ser poeta,
es una cosa extraña sentir la propia vida
llena de muchedumbres,
escuchar en el propio canto todos los cantos
y cotidianamente
morir un poco en todo lo que muere.
Es una cosa extraña ser poeta;
es sorprender al niño en los ojos del viejo,
es oír los clamores del bosque en la semilla,
adivinar que hay una primavera dormida
bajo cada nevada,
partir el pan y ver los segadores.
Es una cosa extraña: ser poeta
es convertirse en tierra para entender la lluvia,
es convertirse en hoja para saber de otoños,
es convertirse en muerto para aprender la ausencia.
Y como sentenciados,
a espaldas de las horas despiadadas,
al viento confiamos
clandestinos mensajes, testimonios
de que pasamos, de que comprendimos
y tuvimos un breve señorío
para que nadie pueda
confundirnos mañana con la nada.
es una cosa extraña sentir la propia vida
llena de muchedumbres,
escuchar en el propio canto todos los cantos
y cotidianamente
morir un poco en todo lo que muere.
es sorprender al niño en los ojos del viejo,
es oír los clamores del bosque en la semilla,
adivinar que hay una primavera dormida
bajo cada nevada,
partir el pan y ver los segadores.
es convertirse en tierra para entender la lluvia,
es convertirse en hoja para saber de otoños,
es convertirse en muerto para aprender la ausencia.
a espaldas de las horas despiadadas,
al viento confiamos
clandestinos mensajes, testimonios
de que pasamos, de que comprendimos
y tuvimos un breve señorío
confundirnos mañana con la nada.
Miguel d'Ors