martes, 23 de enero de 2018

TE EXTRAÑO

I

anoche
solo
de memoria
vislumbré tu rostro
entre reliquias muertas

   el azul
   el gris
   emergen
   y la soledad
   se convierte en un combate

   tamaños dioses yacen
   totémicos y fálicos
   con los ojos vueltos
   la memoria enegrecida
   muertos
   muertos

ni una flor
perfuma
   simulacro de residuos viejos
las entrañas de la noche

arlequín de la memoria
voz del eco
arlequín de los altares
yertos


II

nacidos del paisaje
para recorrer distancias

   campanas
   obscuridades inciertas
                            pletóricas
   de montañas

nacimos del paisaje
hasta que
ayer
al modelar nuestros propios esqueletos
quedó sentada
tamaña seguridad
cuajada de inseguridades

el largo de tu pelo
tu sonrisa
las cúpulas azules
de tus pechos
brotes de sombrías amapolas

a más de recorrer esta distancia
le dimos nombres propios a las cosas
eslabonándolas a una cadena larga
se susurros y gritos
de palabras

construimos
partecitas apenas
nuestra historia
cargada de sueños rotos
y esperanzas

hermoso haber recorrido
esta tan larga distancia


III

   No soy sino lo que soy
   y no quiero

   cuando se rompen las horas
   cuando el cielo se desgarra
   cuando el desamor domina
   y en tí
   porcelana blanca
   las uñas se vuelven garras

no hace faltan la tormente
ni hace falta la calma
sin la una
no hay paz en la mirada
sin la otra
la ternura
nos habrá sido negada

tu pelo corto
tu pelo
tus ojos brillando en fuego


IV

amanece muy temprano
   el alba la recordaba
busqué a tientas su cintura
estaba solo en la cama

tu cuello blanco
tu cuello
maduros hombros
tus hombros
tu abrazo amplio
tu abrazo

caminando una vereda
   la tarde la recordaba
busqué tomarle las manos
como si fuera un sueño
que su fuga al enlazarlo

tus pechos
fuentes
campanas
tu vientre
brisa del campo
tu espalda
ancho camino
por el que bajo
y resbalo

leyendo un antiguo libro
   la noche la recordaba
busqué sin querer su aroma
su voz de tan largas charlas
busqué sus ojos de otoño
busqué su piel
sus espaldas
y me quedé trasnochado
construyéndola en palabras

tus piernas
como dos ramas
al centro la vida misma
húmeda flor
que me llama

entonces si
me di cuenta
   yo mismo la recordaba
que mi tierna porcelana
que mi flor
   mi orquidea blanca
   mi piel de durazno nuevo
   mi compañera del alma
   mi confidente viajera
   mi amante fruto del agua
simplemente
se había ido
simplemente
ya no estaba

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