miércoles, 17 de febrero de 2010
Hitler II
Puesto allí a saldar las cuentas
Hitler con el ser supremo,
fue castigado en extremo
por sus conductas violentas
y por todas las afrentas
que hiciera sobre la raza.
–Adolfo, por tu amenaza
a cierto género humano,
con quien se te fue la mano
sin que ello fuera preciso,
tú reencarnarás mestizo
y serás venezolano–.
Vino a nacer en el llano
con el año de revés
en que murió aquella vez
como suicida pagano.
Mas de nuevo en este plano ,
donde ya no es aquel ario,
su talante de sectario
lo lleva hasta el fanatismo,
alimentando el racismo,
pero en un bando contrario.
Vive condenando a diario,
y llama piedra de tranca
a toda la raza blanca
de su mismo vecindario.
Pero hay algo extraordinario
que sobrevive en sus líos
y le ocasiona extravíos
como en aquella Alemania:
Pasa a monstruo de Tasmania
cuando se habla judíos
Pero en los cálculos míos,
este Hitler marginal
va llegando a su final
con los mismos desvaríos.
Coño, porque a los judíos
sólo les falta una O
para expresar lo que yo
saco por el simple nombre.
De modo pues que este hombre,
por ser Hitler, se jodió.
Octavio Montiel
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